A Gustavo le gusta gritar gansadas. Gorgotea como un gorrión y gatea junto a los gatos de Graciela.
Graciela, por su parte, hace gárgaras con grotescos ungüentos y engarza gárgolas gregorianas con algodones y engrudo.
Gustavo y Graciela son giles. ¡Gastón los engrupió para que engrampen globos! Son un par de engendros...
El otro día agitaban, pero cuando un grupete de gusanos los agredió a ellos en una gasolinera, terminaron gimiendo como gerontes con gastroenteritis... ¡Cómo los gastamos!
Y ni te cuento cuando Gonzalo, que es gourmet, le metió un garzo en el guiso de garbanzos al güiñapo este... Y el gordo goloso lo degustó agradecido!
La vez que garcharon, Gustavo se agarró una gonorrea gigantesca, galáctica, grande como una glorieta, en la garompa. ¡Ni en gomorra habíase gestado semejante galimatías genital! ¡Gravísima! No se imaginan el garrón que fué aguantarlo... Como una guirnalda, le quedó el gomía... Y a la gaviota de la Graciela, usaron guinches, grilletes y hasta un gaucho con su ganado, para agrupar esas grietas!
Gustavo quiere ser geólogo y encontrar el santo grial. Que hurgue entre sus grasas, si es tan guapo!
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